Un despido es un hecho poco agradable, pero de la cual debes tenerse en cuenta ciertas cuestiones para preservar tus derechos si te toca atravesar esta situación.
¿Qué tipo de despidos existen?
Existen principalmente cuatro tipos de despidos, y estos son los siguientes:
- Despidos objetivos: Estos son aquellos despidos originados por un motivo que hace que sean validos y correctos. Son despidos realizados con causa justa.
- Despidos improcedentes: Son los despidos que son ejecutados sin ningún tipo de motivo ni de justificación.
- Despidos disciplinarios: Estos despidos son los que se basan en una falta o en un incumplimiento muy grave de parte del empleado.
- Despidos colectivos: Son cuando la empresa le finaliza el contrato laboral a un conjunto de personas, con expedientes de regulación de empleo. Este hecho conocido también como el ERE (Expediente de Regulación de Empleo), en general tiene como motivo cuestiones económicas, organizativas, de producción o técnicas.
Principales puntos a conocer acerca de los despidos
En primer lugar, debes saber que tu carta de despido debe cumplir con el requisito básico del preaviso. El empleador tiene la obligación legal de avisar al empleado a desvincular unos 15 días antes de efectuar el despido, según el Estatuto de los Trabajadores en su artículo 53.1 letra c):
«Concesión de un plazo de preaviso de quince días, computado desde la entrega de la comunicación personal al trabajador hasta la extinción del contrato de trabajo. En el supuesto contemplado en el artículo 52.C), del escrito de preaviso se dará copia a la representación legal de los trabajadores para su conocimiento.»
Esta cláusula es obligatoria solo en los despidos con causas objetivas. De ser un despido disciplinario, esta obligación al empleador queda absolutamente sin efecto. De corresponder el preaviso y no ser otorgado, el empleador deberá pagar al empleado despedido los días de aviso previo que no le han sido brindados.
El hecho de firmar tu carta de despido, únicamente significa que has sido notificado de la situación. Pero para evitar mayores inconvenientes, si no puedes comprenderla en un cien porciento, puedes firmar añadiendo la leyenda “en disconformidad”, para asegurarte de no aceptar nada que no entiendas correctamente, hasta que puedas ser asesorado por un abogado.
Una carta de despido es, en realidad, además de la notificación del fin del contrato laboral, una propuesta respecto al finiquito, su importe y formas de pago.
¿Por qué me conviene ser asesorado por un abogado ante un despido?
En caso de que seas despedido de tu empleo, mediante la asesoría de un abogado, podrás recibir un cálculo exacto de la indemnización que te corresponda de acuerdo al despido y sus pertinentes causas. Además, contarás con la seguridad de estar protegido por un profesional que conoce las normativas y legislaciones al respecto para hacer valer tus derechos en todo momentos.